Ella nunca pudo ir a la escuela. Aprendió a leer cuando ya era mayor y leía mucho, siempre, como si quisiera recuperar el tiempo perdido."
Este es un fragmento del cuento "Pinceladas con olor a violeta".
Me parece un hermoso homenaje a todas esas madres, abuelas, mujeres que han llenado nuestras vidas de hermosas experiencias, a pesar de haber tenido tan limitadas las suyas.

Presentación
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